El Papanicolau es un examen ginecológico que se realizan aquellas mujeres que han iniciado su vida sexual, especialmente las que están dentro del rango de edad de 25 a 29 años. Su realización tiene el objetivo de detectar a tiempo alteraciones en el cuello uterino, por ello si el médico sospecha de alguna anomalía solicita la realización de una colposcopia.
La colposcopia es una prueba especializada para observar y analizar con detalle la superficie del cuello uterino, la vagina y la vulva. Este estudio médico permite identificar alteraciones en el organismo y tomar biopsias de esos tejidos, las cuales se examinan para descartar la presencia de una enfermedad.
Colposcopio. El aparato escencial
Los orígenes de la colposcopia datan en el año de 1925, pero era difícil realizar estas pruebas y dar resultados certeros debido a que el ojo humano no alcanzaba a percibir detalles minúsculos, esto dio origen al aparato conocido como colposcopio.
El colposcopio se caracteriza por tener las funciones de un microscopio de tipo estereoscópico, es decir, proyecta imágenes tridimensionales. Este equipo médico se compone de un cabezal, una fuente de iluminación y un sistema de apoyo.
Cada una de las partes tiene una función básica, pero es el cabezal del colposcopio el que ayudará a examinar latamente la zona, gracias a que los elementos ópticos con los que cuenta que son un lente objetivo y dos lentes oculares que brindan una vista extensa.
Con los avances tecnológicos, este aparato ha tenido algunas modificaciones de las cuales han surgido varios modelos sofisticados con distintas particularidades, pero siempre priorizando su función básica: mostrar el interior del organismo de la mujer.
¿Por qué se debe realizar una colposcopia?
Como lo mencionamos al inicio de la entrada, una colposcopia se debe realizar si una citología de cérvix previa ha revelado anormalidades, lo cual puede significar la presencia de células cancerosas o precursoras del cáncer cervicouterino.
De igual manera, se solicita este estudio tras una revisión ginecológica en la que se ha manifestado la presencia de una patología cervical como una infección o inflamación de la parte inferior del útero, una lesión intraepitelial que forma el cáncer, pólipos, etc. Así mismo, permite identificar y controlar las alteraciones causadas por el Virus del Papiloma Humano.
Fases de una colposcopia
Previo a la prueba
Para poder llevar a cabo una colposcopia se debe evitar lo siguiente:
- Tener relaciones sexuales mínimo dos días antes.
- Usar tampones, óvulos o pomadas.
- Realizar duchas vaginales.
Durante la prueba
La colposcopia tiene una duración de 20 a 30 minutos, tiempo en el que el médico se encargará de hacer la prueba que básicamente consiste en:
- El especialista inserta un espéculo que permite abrir la vagina para ver el interior de esta, así como también la parte externa del cuello uterino.
- Posteriormente aplica con un hisopo una solución que ayuda a revelar si el tejido presenta daños o anormalidades cambiando de color esa zona.
- Con ayuda del colposcopio el médico observará y tomará fotografías de toda el área. Si encuentra zonas sospechosas, tomará una muestra de ese tejido para enviarlo a analizar a un laboratorio.
Posterior a la prueba
Después de la realización de la colposcopia pueden presentarse los siguientes efectos secundarios:
- Espasmos en la zona del cérvix.
- Flujo vaginal durante 1 o 2 días.
- Si se realizó una biopsia, es normal la presencia de un sangrado leve.
Acudir al médico para realizarse una colposcopia es un acto responsable que ayuda a prevenir el cáncer cervicouterino que es la segunda causa de muerte en las mujeres a nivel mundial. La salud es primordial y por ello existen este tipo de pruebas que ayudan a cuidar de ella.